Cacería en la Torre

por **Rin** 10th Septiembre 2017, 21:45

Bostezó abiertamente, sentada sobre el ventanal de la torre Fayrah sujetaba uno de los libros de Jolene. Había intentado estudiarlo y comprenderlo, realmente lo había intentado pero a medida que el tiempo pasaba acabó reconociendo que no conseguía pasar más allá de la primera línea. Las cosas de memoria no se le daba nada bien, por mucho que se esforzara en apenas unos minutos lo habría olvidado todo sin remedio.

Moviendo sus pies en el aire, pensó lo que hacer mientras alzaba la vista hacia el cielo. Aún quedaban muchas horas de luz que podría aprovechar, por lo que se giró con agilidad hacia el interior de la habitación y bajó de un salto. Al instante su estómago se quejó, pero Fayrah recordaba que apenas quedaba comida, comida de verdad no aquellas plantas que Slaven se empeñaba en preparar. Fue directa a tomar sus armas y una vez las tuvo encima se dispuso a buscar lo último que necesitaba para empezar la cacería: A Chise.

Recorrió la torre de arriba a abajo hasta que al fin logró dar con la chica, la pelirroja entró en la sala en la que se encontraba sin siquiera avisar de ello. -Tengo hambre. -y diciendo eso como toda explicación, Fayrah le tendió delante el arco a la morena con el carcaj correspondiente y su martillo también. Se inclinó hacia ella, afilando la mirada. -Quien traiga la presa menor le toca limpiar después de comer, ¿aceptas? -no era la primera vez que alguna de las dos lanzaba uno de aquellos retos a la otra y por lo que veía Chise estaba tan aburrida como ella misma, por lo que podrían hacer una buena competición y de paso tomar reservas de carne para secar.

Seguramente aquella caza terminaría en pelea de entrenamiento, como siempre, pero no le importaba. Fayrah ensanchó su sonrisa ya que se sentía bastante confiada al respecto. Ganaría costara lo que costase.

por **Yoshoon** 14th Septiembre 2017, 00:13

Chise había progresado bastante en su control sobre la tierra. Su habilidad para darle forma había tomado un avance considerable desde que había comenzado su tutela con Jolene, y se sentía bastante orgullosa con ello. Podía otorgarles una textura suave y lisa como la de un jarrón, incluso había logrado -aunque a una pequeña porción de barro- la suavidad de la lana, mas esa última le provocó un severo cansancio.

No solo eso, sino que alrededor de la torre habían lugares perfectos para cazar. Liebres, cotorras, ciervos, zorros; la fauna era inmensa y variada, perfecta para seguir practicando arquería competir silenciosamente con una pelirroja que se le daban las armas casi
tan bien como a ella. Casi.

Sin embargo, ese día solo había practicado hechizos básicos para poder medir cuánta tierra podía mover. No hubo ningún cambio notorio cuando el sol llegó al mediodía, por lo que terminó retirándose dentro de la torre a peinar su cabello. Lastimosamente, no era una tarea muy dinámica, y bastante repetitiva. Volvió a sujetar su pelo en una trenza y se colocó sus accesorios en la cabeza. «¿Y ahora qué?» se preguntó la castaña. Echó la cabeza para atrás y se quedó mirando el techo, intentando pensar en algo que hacer «A ver, podría ir a la cocina y utilizar el horno para forjar algo... Creo que aún me quedan unos pocos minerales de la última vez que hice ornamentos... ah, pero no limpié las herramientas porque Jolene me llamó para practicar y-»
fue interrumpida por Fayrah, quien dejó bastante en claro su apetito creciente. Chise no pudo sino sonreír al desafío y tomar las armas que le ofrecía, excepto el martillo que dejó a un costado —Oye, ¿cómo quieres que vaya a cazar con eso? ¡Me haría más lenta! —dijo pícara. Tomó un cuchillo que se encontraba cerca y se colgó el carcaj en la espalda —Espero que te guste limpiar

por **Rin** 17th Septiembre 2017, 21:39

Ante el comentario que le soltó, Fayrah solo pudo inclinar la cabeza sin entender porqué no quería emplear el martillo, puede que fuera pesado pero iría bien a la hora de tener que aplanar la carne o para reventar cráneos con mano dura, quién sabía, pero en lugar de decir alguna de esas cosas la pelirroja se limitó a reír fuerte. -¿¡Más lenta!?, imposible. -negó, haciendo un aspaviento con la mano. Al recuperar la serenidad, su ojo llameó con fuerza, teniendo muy claro que no iba a ser ella quién se encargara de la limpieza. Ya le había tocado limpiar mucho desde que estaba en esa torre.

-Te veo en la entrada de la torre cuando estes lista para comparar, y más te vale pedirles a los dioses que se apiaden de ti y te ayuden. -comentó, asegurandose de que su maza estaba bien atada a su espalda con aquella correa de cuero, al igual que sus cuchillos en el cinto. Todo en orden. Asintió para si misma, sin animo a bajar andando se limitó a recrear aquellas llamas en sus tobillos y en apenas un segundo formaron unas pequeñas alas. Llevaba practicando aquel poder por un largo tiempo, el suficiente como para estar convencida de que no le iba a pasar nada. Dedicandole un último mohín a Chise, ella salió por la ventana más cercana de un gran salto agradeciendo al cielo por agradarle las alturas.

La sensación de caer le resultaba fascinante, desde que lo probó por primera vez siempre le había parecido así. El cosquilleo en la boca de su estómago, los violentos latidos del corazón… Soltó un grito de júbilo mientras saltaba, asegurándose de que en su caída no se topara con ningún árbol. Ya le había pasado más de una vez, lo de causar incendios sin querer y más de una vez la acabó salvando Cyane con su dominio del agua. En esa ocasión por suerte cayó en una explanada plana cerca de la entrada. Con los cuchillos en mano, empezó a buscar a la presa perfecta pensando en lo que le apetecería comer, ¿un jabalí o un búfalo tal vez? La brisa meció su cabello rojo, recordandole que ahí dominaba la naturaleza y la respetaba. Cazaría una presa, pero sería la presa.

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